REVOLUCIÓN FRANCESA
La Revolución Francesa fue el cambio político
más importante que se produjo en Europa, a fines del siglo XVIII. No fue sólo
importante para Francia, sino que sirvió
de ejemplo para otros países, en donde se desataron conflictos sociales
similares, en contra de un régimen
anacrónico y opresor, como era la monarquía. Esta revolución significó el
triunfo de un pueblo pobre, oprimido y cansado de las injusticias, sobre los
privilegios de la nobleza feudal y del estado absolutista.
Durante el reinado de Luis XIV (1643-1715),
Francia se hallaba bajo el dominio de una monarquía absolutista, el poder de
rey y de la nobleza era la base de este régimen, pero en realidad el estado se
encontraba en una situación económica bastante precaria, que se agravó por el
mal gobierno de Luis XV (bisnieto de Luis XIV), y que tocó fondo durante el
reinado de Luis XVI, gobernante bien intencionado, pero de carácter débil, por
lo que se lo llamaba el buen Luis.
- La economía del país estaba arruinada.
- Los nobles consecuentemente sufrían dramas financieros.
- El clero no recibía el diezmo por parte del pueblo.
- La burguesía quería acceder a cargos públicos.
- Los campesinos estaban cansados del poder feudal.
- La sociedad estaba compuesta por tres sectores sociales llamados estados.
CONSECUENCIAS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA
1-Se destruyó el sistema feudal.
2-Se dio un fuerte golpe a la monarquía
absoluta.
3-Surgió la creación de una República de corte
liberal.
4-Se difundió la declaración de los Derechos
del hombre y los Ciudadanos.
5-La separación de la Iglesia y del Estado en
1794 fue un antecedente para separar la religión de la política en otras partes
del mundo.
6-La burguesía amplió cada vez más su influencia
en Europa.
7-Se difundieron ideas democráticas.
8-Los derechos y privilegios de los señores
feudales fueron anulados.
9-Comenzaron a surgir ideas de independencia en
las colonias iberoamericanas.
10-Se fomentaron los movimientos nacionalistas.
NEOCLASICISMO
Surgió en el siglo XVIII para
denominar de forma peyorativa al movimiento estético que venía a reflejar en las artes los principios intelectuales de la Ilustración, que desde mediados del siglo
XVIII se venían produciendo en la filosofía, y que consecuentemente se habían transmitido a todos los
ámbitos de la cultura. Sin embargo después de la caída de Napoleón los artistas no tardaron en cambiar sus ideas hacia el Romanticismo y el Neoclasicismo fue abandonado.
ARQUITECTURA:
Puerta de Brandeburgo
La arquitectura puede ser analizada como una
rama de las artes social y moral; La Enciclopedia le atribuyó la capacidad de
influir en el pensamiento y en las costumbres de los hombres. Proliferan así
las construcciones que pueden contribuir a mejorar la vida humana como
hospitales, bibliotecas, museos, teatros, parques, etc., pensadas con carácter
monumental. Esta nueva orientación hizo que se rechazara la última arquitectura
barroca y se volvieran los ojos hacia el pasado a la búsqueda de un modelo
arquitectónico de validez universal. Nacen movimientos de crítica que propugnan
la necesidad de la funcionalidad y la supresión del ornato en los edificios.
Francesco Milizia (1725-1798) en Principi di Architettura Civile (1781)
extendió desde Italia las concepciones rigoristas a toda Europa. Mientras, en
Francia, el abate Marc-Antoine Laugier (1713-1769) propugna en sus obras Essai
sur l'Architecture (1752) y Observations sur l'Architecture (1765) la necesidad
de crear un edificio en el cual todas sus partes tuvieran una función esencial
y práctica y en el que los órdenes arquitectónicos fueran elementos
constructivos y no sólo decorativos, todo ello para hacer una arquitectura
verdadera: la construida con lógica.
Los modelos greco-romanos dieron lugar a una
arquitectura monumental que reproduce frecuentemente el templo clásico para
darle un nuevo sentido en la sociedad civil.
Los
hermanos Adam extendieron por toda Inglaterra un modelo decorativo para
interiores con temas sacados de la arqueología; una de sus obras más
representativas es Osterley Park, con una notable estancia etrusca y un clásico
hall de entrada (1775-80).
Italia prefirió recrear sus modelos antiguos
ya bien avanzado el siglo XVIII y en los comienzos del siglo XIX. El modelo del
Panteón de Agripa en Roma se repite en un gran número de templos, como el de la
Gran Madre de Dio en Turín y San Francisco de Paula en Nápoles, ambos
terminados en 1831, que reproducen el pórtico octástilo y el volumen cilíndrico
del Panteón.
Otros arquitectos, los llamados utópicos,
revolucionarios o visionarios, plantearon edificios basados en las formas
geométricas. No despreciaron la herencia del pasado clásico y, aunque
respetaron las normas de simetría y la monumentalidad, sus edificios son a
veces el resultado de la combinación caprichosa de las formas geométricas.
La
arquitectura pintoresca se da a partir
de la creación de jardines ingleses en el siglo XVIII, ordenados de forma
natural lejos del geometrismo del jardín francés. En esta arquitectura se
valora la combinación de la naturaleza con lo arquitectónico, la inclusión en
el paisaje natural de edificios que remedan las construcciones chinas, indias o
medievales. Este juego de formas caprichosas y el aprovechamiento de la luz
buscan suscitar sensaciones en el espectador.
ESCULTURA
Psique reanimada por el beso del amor
de Antonio Canova.
Las esculturas neoclásicas se realizaban en la
mayoría de los casos en mármol blanco, sin policromar, puesto que así se
pensaba que eran las esculturas antiguas, predominando en ellas la noble
sencillez y la serena belleza.
Así, los escultores de fines del siglo XVIII y
comienzos del XIX, crearán obras en las que prevalecerá una sencillez y una
pureza de líneas que los apartará del gusto curvilíneo del Barroco. En todos
ellos el desnudo tiene una notable presencia, como deseo de rodear las obras de
una cierta intemporalidad. Los modelos griegos y romanos, los temas tomados de
la mitología clásica y las alegorías sobre las virtudes cívicas llenaron los
relieves de los edificios, los frontones de los pórticos y los monumentos, como
arcos de triunfo o columnas conmemorativas.
El retrato también ocupó un importante lugar
en la escultura neoclásica; Antonio Canova representó a Napoleón como Marte (1810, Milán)
y a su hermana Paulina como Venus Victrix (1807, Roma) tomando así los modelos
de los dioses clásicos. Otros prefirieron un retrato idealizado pero al tiempo
realista que captara el sentimiento del retratado, como Jean-Antoine Houdon con su Voltaire anciano (Museo del Hermitage)
o el bello busto de la Emperatriz Josefina (1806, Castillo de Malmaison) de
Joseph Chinard (1756-1813).
PINTURA
Es estética neoclásica. Obras como el
Juramento de los Horacios plantean un espacio preciso en el que los personajes
se sitúan en un primer plano; el predominio del dibujo. Jean Auguste Dominique
Ingres (1839-1867) aunque no fue un pintor neoclásico, tiene obras -como La
Fuente- que representan este movimiento artístico.
Los pintores, entre los que destacó
Jacques-Louis David, reprodujeron los principales hechos de la revolución y
exaltaron los mitos romanos, a los que se identificó con los valores de la
revolución.
RENACENTISMO
El Renacimiento se originó en la era de
los descubrimientos geográficos y las conquistas ultramarinas. El Renacimiento
comenzó en Italia en el s.XIV y se difundió por el resto de Europa durante los
siglos XV y XVI. En este periodo, la fragmentaria sociedad feudal de la Edad
Media, caracterizada por una economía básicamente agrícola y una vida cultural
e intelectual dominada por la iglesia, se transformó en una sociedad dominada
progresivamente por instituciones políticas centralizadas, con una economía
urbana y mercantil, en la que se desarrolló el mecenazgo de la educación, de
las artes y de la música.
ARQUITECTURA
La monarquía, fortalecida y en período de
expansión territorial, había patrocinado ya desde el siglo XV la remodelación
de los viejos chateaux medievales y la creación de nuevas residencias más
acordes con los tiempos. Francisco I dio un impulso definitivo a esta operación
renovadora, que tuvo varios focos. El primer edificio renacentista en Francia
fue el Castillo de Saint-Germain-en-Laye, imponente fortaleza de ladrillo y
piedra en la que aparecen pequeños detalles renacientes, dentro de una general
sobriedad de aire militar. De estilo más avanzado serán los Castillos del Valle
del Loira, conjunto de mansiones para la realeza y la nobleza que muestran los
rasgos más característicos del Renacimiento francés: decorativismo de raigambre
manierista, recuerdos goticistas en las estructuras, y quizá lo más novedoso:
una perfecta integración de los edificios en la naturaleza circundante, como se
ve en el grácil puente del Castillo de Chenonceau. El más célebre dentro de este
conjunto es el Castillo de Chambord, que presenta grandes audacias
estilísticas, como una escalera interna helicoidal.
Francisco I se embarcó en la que quizá fue la
obra fundamental de este período: el Palacio de Fontainebleau, vieja mansión de
los reyes franceses que se renovará totalmente. En el edificio en sí, se
aprecia ya el triunfo de las formas italianas, aunque adaptadas al gusto
francés con sus típicas chimeneas y mansardas. Incluye fragmentos de
desbordante creatividad, como la célebre escalera imperial, anticipo de
soluciones barrocas.
Las novedades que se fraguaron aquí
trapasarían el ámbito local y darían origen a todo un estilo, el estilo de
Fontainebleau, un manierismo refinado al servicio de los gustos aristocráticos.
ESCULTURA
La escultura del Renacimiento en Francia fue
también al compás de lo dictado por Italia. Francia dejó de ser ya a finales
del siglo XIV el gran centro escultórico de Europa que fue gracias a los talleres
catedralicios, situación que continuaría durante el siglo XV, y aún más en el
XVI.
No
obstante de la pérdida de hegemonía en este campo, que de todas formas nunca
había sido definitiva, surgieron grandes figuras al calor de los proyectos
reales; es de destacar el carácter ornamental y decorativo que tuvieron las
esculturas, subordinándose al proyeto general de los edificios e integrándose
en éstos. Dos fueron los autores más sobresalientes: Germain Pilon y Jean
Goujon.
PINTURA
Diana de Poitiers
La pintura también experimentó el progresivo
declive de las formas góticas tradicionales y la llegada del nuevo estilo. Como
se ha señalado, se conocieron en Francia de primera mano las formas pictóricas
italianas en el siglo XVI gracias a la llegada de autores muy innovadores, como
Leonardo o Rosso Fiorentino. Francisco I impulsó la formación de artistas
franceses bajo la dirección de maestros italianos, como Niccolò dell'Abbate o
Primaticcio, siendo este último el responsable de la decoración del palacio de
Fontainebleau y la organización de las fiestas de la Corte, y teniendo por
tanto a sus órdenes a muchos artesanos y artistas. Esta convivencia de
talentos, escuelas, disciplinas y géneros dio origen a la llamada escuela
pictórica de Fontainebleau, una derivación del manierismo pictórico italiano que
incide en el erotismo, el lujo, los temas profanos y las alegorías, todo ello
muy del gusto de su clientela principal, la aristocracia. La mayor parte de los
artistas de Fontainebleau fueron anónimos, precisamente por esa integración de
las artes que se propugnaba y por el magisterio de los artistas consagrados. No
obstante, conocemos los nombres de algunos pintores, figurando Jean Cousin el
Viejo o Antoine Caron entre los más destacados. Sin embargo, el pintor francés más
importante de la época, uno de los grandes retratistas de todos los tiempos,
aunque gran parte de su obra se haya perdido, fue François Clouet, que superó a
su padre, el también apreciable Jean Clouet, en la fiel plasmación de la vida
de los poderosos de la época, con una profundidad psicológica y brillantez
formal cuyo precedente hay que buscarlo en Jean Fouquet, gran pintor del siglo
XV aún en la órbita del Gótico.
REALISMO
Realismo es un
término que, además de utilizarse para denominar ciertos movimientos artísticos
reactivos contra el romanticismo en literatura (literatura del realismo) o
pintura (pintura del realismo) ambos originados en la Francia de mediados del
siglo XIX y continuados en el naturalismo literario y pictórico posterior;
tiene una dimensión genérica que permite identificar un realismo artístico como
una postura estética o de teoría del arte que identifica arte y realidad.
En las artes
plásticas (escultura y de forma especialmente trascendente para la pintura,
dadas sus especiales convenciones la reducción a lo bidimensional) puede cumplirse
con muy distintos grados, desde las fronteras de la abstracción hasta el
trampantojo.
Ese enfoque
realista del arte se ha dado en muy distintos estilos y épocas históricas a lo
largo de la historia de la pintura y la historia de la escultura; y en cuanto a
su distinto tratamiento en cada una de las escuelas nacionales, ha sido
propuesto como una de las características definitorias, a lo largo del tiempo,
de la escuela española frente a la escuela italiana y la escuela flamenca.
El realismo en las
artes tiende a representar personajes, situaciones y objetos de la vida
cotidiana de forma verosímil. Tiende a descartar los temas heroicos.
El albañil herido, de Francisco de Goya.
Bisonte Cueva de Altamira.
Liebre de Alberto Durero.
Recreacion del retrato de Marilyn de Andy Wathol.